En 1994, el escritor inglés Mark Simpson define al Metrosexual señalando una intersección entre lo urbano y lo femenino que constituye al llamado varón del siglo XXI, caracterizándolo por un amor particular sobre el cuidado de sí mismo, que se hace espectador y consumidor del paradigma estético emergente para mostrarse como el reflejo de las últimas técnicas en cuidados personales y quirúrgicos, que anteriormente estaban mayormente destinados a lo femenino, lo peculiar es que adoptando esta tendencia, lo masculino goza de esos beneficios sin temor al juicio de su preferencia sexual.
A finales del 2003, se introduce el Retrosexual, con la intención de tomar al varón que está encantado de serlo e incluso realza su parte masculina, determinándolo por lo rudimentario y la simpleza estética; para este momento aquellos hombres que no encontraron cabida en lo metrosexual conseguían una categoría a la cual identificarse.
Lo último en boga, se manifiesta en el Tecnosexual, un hombre con estilo, sofisticado tecnológicamente y en permanente contacto con su lado femenino, un vestigio heredado del metrosexual; pero además incorpora los aparatos tecnológicos más innovadores como un complemento más. Del tecnosexual, surge una vertiente que ha causado gran impacto, el Blogosexual, un hombre que se preocupa por la información y convierte en excitación las comunicaciones, para satisfacer esto, se incorpora en la internet por medio de redes sociales y blogs, en donde intercambia mensajes con otros usuarios, los cuales generalmente giran alrededor de su vida personal o pueden centrarse en un campo temático.
Las etiquetas: metrosexual, retrosexual, tecnosexual o blogosexual tratan de dar cuenta del hombre en su encuentro con la modernidad. Se pierde lo singular para convertirse en una producción del colectivo. El hombre es una construcción simbólica multidimensional abonada en lo comercial que a veces no tiene demasiado que ver con ese sujeto existente y real.
Estas llamadas tendencias sociales masculinas muestran al hombre en la medida de aquello que consume y cómo responde a las necesidades inquietantes de la civilización dentro de su crecimiento y evolución. Lo que queda claro es que la aparición del metrosexual ha disparado nuevas formas de entender a lo masculino, habrá que estar expectante porque cada día puede nacer el artificio del “nuevo hombre”, y así, tocará conocerle.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.