En una época cada vez más marcada por la incertidumbre económica y social, las empresas son más susceptibles a experimentar momentos de crisis en su dirección a todos los niveles. Los gerentes están llamados a operar en escenarios cada vez más complejos, que si no son abordados eficientemente se convierten en fuente de desgaste, conflicto y hasta ponen en riesgo la propia continuidad del negocio.
Vamos a enfocarnos en hablar sobre la función gerencial y la dirección de personas durante los momentos considerados difíciles. La crisis genera frecuentemente la sensación de supervivencia y se debe tener especial cuidado de no caer en un manejo reactivo egocentrista, es decir, que se centran en su propia posición. Sin embargo, es importante centrarse racionalmente en los otros, lo que llamamos el alocentrismo estratégico, y desde allí, pensar sobre cómo crear valor en su equipo y en el colectivo de la empresa.
Hay entonces un cambio de perspectiva: nadie pierde y todos ganan. No se debe dar menos valor que el que se extraiga de la gente y la vía consiste en una colaboración competitiva que debe romper la rivalidad o el individualismo.
La actitud directiva que consigue el éxito sustentable busca dar forma activamente a la arquitectura de las relaciones y las percepciones de los actores o de los involucrados, no se puede limitar sólo a la inercia emocional de la catastorfe psicológica generada, cuando las condiciones laborales son difíciles.
Los rumores, angustias, discusiones, representan claras expresiones de un manejo humano poco eficiente durante la crisis. Aquí señalaremos algunas recomendaciones para el manejo de la gente en escenarios de crisis:
-Construya una comunicación dirigida en enfocar a las personas en espacios productivos, retire a las personas del imaginario desordenado originado por el confrontar un momento difícil. La mejor contribución que puede hacer cada quien es aportar lo mejor de sí de manera extraordinaria.
-Seleccione a personas o grupos claves que puedan influir de manera positiva en la gente y en los distintos niveles organizacionales y que puedan mantenerlos motivados y fuera del escenario de incertidumbre. Tienen que estar presentes el optimismo y la actitud colaborativa tanta veces multiplicados como el tamaño de la dificultad.
-Analice metódicamente cómo y cuándo intervenir, no deje que el azar lidere el proceso. Utilice herramientas para interpretar y actuar sobre el entorno. La teoría de los juegos es un ejemplo claro de un recurso a la disposición del directivo; existen una gran gama de posibilidades, y la recomendación radica en que seleccione uno (o varios) modelos de soporte para construir un camino orientado.
-Piense cómo evitar las zonas de desgaste innecesario. Lo emocional puede promover el uso de recursos mentales y físicos en lugares improductivos de preocupación o de estrés. Reconózcalos y favorezca un espacio personal y profesional dirigido al encuentro de bienestar. Mientras usted esté mejor, podrá pensar mejor para la gente.
Un manejo eficiente de los colectivos en la empresa durante una situación de crisis será recompensado con confianza y respeto para afrontar con mayor convicción escenarios complejos. Coloque en su agenda de forma planificada el trabajo con la gente para así fortalecer el alocentrismo estratégico que permita superar el mal momento y tener una mejor perspectiva del futuro.
Marco Antonio Martínez
Director General
Explora Centro de Atención Psicológica, S.C.
mmartinez@redexplora